martes, 28 de febrero de 2012

“Las políticas vigentes no están pensadas para las personas, sino para el gran capital”

Gregorio López Sanz – ATTAC Albacete

Artículo de Myriam Mancisidor y publicado en lne.es, Avilés 

Gregorio López Sanz, miembro del movimiento ciudadano ATTAC y profesor de Política Económica de la Universidad de Castilla La Mancha, ofreció ayer - por el jueves 16 - una charla en Avilés sobre la crisis, los recortes y las alternativas invitado por Izquierda Unida y la Fundación la Izquierda d’Asturies.

-¿Existen alternativas a los recortes que plantea el PP?

-Las alternativas vienen fundamentalmente por la posibilidad de aumentar los ingresos fiscales. Se nos está diciendo que el déficit público es elevado y que por lo tanto es preciso reducir el gasto, pero frente a esa reducción está la vía de incremento de los ingresos y una muy importante que es la financiación de las administraciones públicas de manera fácil y barata.

-Explíquese

-En la actualidad, el Banco Central Europeo da dinero muy barato a los bancos para que luego los bancos se lo presten a los estados mucho más caro; es decir, está produciéndose un verdadero expolio de lo público porque los bancos no están atendiendo las necesidades de la gente.

-¿Están la sanidad y la educación públicas en peligro?

-Eso es lo que nos intentan hacer ver diciéndonos que el déficit público es insoportable y que todo lo que está siendo gestionado por las administraciones públicas debe privatizarse. No nos engañemos: no se trata de eliminar servicios sino de endosarlos a la iniciativa privada. Y eso va a significar, como ya estamos viendo en algunas comunidades, que el objetivo de esas entidades privadas ya no sea proporcionar un servicio de calidad sino ganar mucho dinero.

-Entonces, ¿la reforma laboral no es, a su juicio, una herramienta eficaz para salir de la crisis?

-El propio gobierno que ha puesto en marcha la medida se ha apurado, incluso antes de aprobar la reforma, a decir que no esperemos ningún milagro de la misma. Hoy en día nos encontramos con que la política de reforma laboral no sirve para crear empleo porque las expectativas empresariales están por los suelos. Tenemos todos los ingredientes para que, si no hay una reactivación de la economía a través del gasto público, tengamos que hacer esfuerzos tremendos para reducir el gasto. La reforma laboral está pensada para que las grandes empresas con grandes beneficios puedan aumentarlos despidiendo personal; el ejemplo de libro es Telefónica.

-¿Por qué es tan importante recortar el déficit?

-Eso es una leyenda urbana, un mito extendido que acabamos creyendo como algo incontrovertible. Aquí es importante señalar algo que la gente debe tener muy claro: el tema del déficit es una invención del Tratado de Maastricht de 1992. Entonces se dijo que la zona euro no podría tener un déficit superior al 3 por ciento ni deuda pública por encima del 60 por ciento del PIB. El déficit público es una premisa neoliberal y la austeridad fiscal no ayuda a salir de la recesión. Siempre se nos ha dicho que para salir de la crisis hay que volver a crecer y la economía no crece mientras no haya buenas expectativas empresariales

-¿Por qué es tan importante ayudar a bancos si luego el crédito no fluye?

-Los bancos son los que manejan la política y dirigen en definitiva los gobiernos. Los bancos están recibiendo desde el inicio de la crisis paquetes de ayudas y los gobiernos están justificándolos con que si no se recupera el crédito la economía no sale adelante. Pero estamos viendo que el crédito no se recupera y que pymes y familias no tienen derecho al mismo. ATTAC defiende una banca pública y no esto: el Banco Central da créditos al 1 por ciento a las entidades financieras y las entidades financieras con ese dinero barato que han conseguido prestan a los estados al 5, 6, 7 al 8 o al 10 por ciento.

-¿Podrán las comunidades aguantar y ofrecer los mismos servicios con los recortes?

-Hay que hablar de comunidades y de ayuntamientos, porque el último escalón de la administración ha quedado abandonado. Es importante respecto a este asunto que la gente valore que la financiación del Estado debe tener una base impositiva progresiva más fuerte y debe contar con bancos centrales sensibles a lo que necesita la ciudadanía, que es financiación para las políticas sociales; algo que ahora no se está cumpliendo.

-¿Llevamos el camino de Grecia?

-España e Italia están en el «tris», en el precipicio, y posiblemente conforme avance la situación y conforme el descontento social vaya en aumento… Hay que medir el punto de equilibrio. Ahora las políticas que hay no están pensadas para las personas sino para el gran capital.

-¿Hasta qué punto hay que hacer caso a las agencias de calificación?

-Caso no hay que hacer a nadie que haya demostrado que se equivoca constantemente y las agencias de calificación se han ganado esa fama. Las agencias de calificación trabajan al servicio de las grandes entidades financieras y, por lo tanto, son colaboradores necesarias para que el gran capital siga engañando a la gente. Desgraciadamente, a esta desregulación financiera no se le ha puesto coto. Hoy en día todos los casos de corrupción en España pasan por un paraíso fiscal. El fraude fiscal en este país pasa así por esos paraísos fiscales, socava las democracias y nos lleva al empobrecimiento de los más débiles vía recortes.

Profesor de Política Económica de la Universidad de Castilla-La Mancha

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